Llega época de fichajes y en el mercado también hay un claro duelo entre Barça y Madrid. Aquí la rivalidad viene por cómo se negocia a la hora de fichar y las muchas diferencias entre los dos clubes.
Ha sido el propio entrenador del Villarreal, Juan Carlos Garrido, el que ha asegurado que si llega una buena oferta por su jugador Giuseppe Rossi,
el club amarillo la estudiará. Y esa "buena oferta" puede ser mucho
menor a los cuarenta millones de euros de cláusula de rescisión del
jugador italiano.
Esta rebaja sustancial, si finalmente acaba cuajando la operación,
no es la primera vez que le ocurre a un jugador que quiere fichar el Barcelona. Dicho esto, parece que todo lo contrario ocurre cuando el Real Madrid intenta firmar a un jugador nuevo.
Para poner un ejemplo cercano, basta remitirse a otro jugador del Villarreal, Santiago Cazorla,
en verano de 2008. Faltaban escasas jornadas para el cierre del mercado
cuando Ramón Calderón, entonces presidente, vio que no pudo fichar a Cristiano Ronaldo y tenía que aportar para Bernd Schuster un jugador de banda.
Pensó entonces en Santi Cazorla, jugador que había asombrado en la Eurocopa de Austria y Suiza.
El Villarreal no dejó salir al jugador asturiano y acabó renovando a
Cazorla. Además, remitió al Real Madrid a abonar su cláusula de
rescisión si quería hacerse con sus servicios.
No fue el único caso. Ramón Calderón ya intentó fichar ese mismo verano a David Villa. El Valencia
no cedió ante las ofertas blancas, como tampoco lo hizo en verano de
2009, ya con Florentino Pérez en la presidencia. De hecho, el presidente
del Valencia, Manuel Llorente, llegó a rechazar una oferta de 40
millones por el Guaje y dijo que sólo saldría del club albinegro si
llegaba una "oferta escandalosamente escandalosa".
Catalogar así el dinero que un año después pagó el Barça por David
Villa, 42 millones, puede ser algo osado. Pero sí llama la atención que
prácticamente por la misma cantidad el asturiano vistiera de azulgrana
cuando una temporada antes lo podría haber hecho de blanco.
Más diferenciasEstos dos ejemplos son los más claros, pero las diferencias entre
fichajes blancos y culés también existen en otros casos. Por ejemplo,
cuando el Real Madrid quiso fichar a Sergio Ramos
en verano de 2005, no tuvo más remedio que pagar su cláusula de
rescisión. Algo que, sin embargo, no ocurriría cuando el Barça fue a
pescar jugadores a Nervión y vio como el equipo de Del Nido sí negoció: Seydou Keita, Daniel Alves y, más recientemente, Adriano Correia.
De hecho, en los últimos veranos, el único jugador que no ha podido fichar más 'barato' el Barcelona ha sido Cesc Fábregas. El Arsenal no ha cedido a estas supuestas rebajas, como tampoco lo ha hecho el Sporting con el caso del lateral José Ángel. Siempre tiene que haber excepciones.