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    Milwaukee Bucks: Un tiempo pasado fue mejor

    Marcelo
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    Mensaje por Marcelo Miér Feb 27, 2013 10:29 am

    Milwaukee Bucks: Un tiempo pasado fue mejor
    martes, 19 febrero 2013

    POR ALFONSO S. LOZANO


    Los Bucks son un equipo diferente. Desde que sigo la NBA, nunca han sido un equipo rotundamente ganador. Han tenido buenos jugadores y buenos entrenadores. Pero al formar parte de lo que los expertos llaman 'Small markets' (es decir, franquicias sin mucho dinero u otra clase de atractivos), nunca permanecían más temporadas de las estrictamente necesarias. Pero hubo una época en la que los Bucks fueron campeones. Fue, hasta para esto son diferentes, justo después de su fundación.

    Los Bucks nacieron en 1968 y contaron en sus filas con jugadores como Flynn Robinson, John McGlocklin o Bob Love. Su primera temporada no fue nada espectacular, ni para bien ni para mal. Los Bucks, dirigidos por Larry Costello acabaron este primer año con un record de 27-55, lo que les permitió (sorteo a cara o cruz con los Phoenix Suns mediante) obtener la primera elección del Draft de 1969, que gastarían en el mejor jugador universitario de la época: Ferdinand Lewis Alcindor Jr., conocido a partir de la temporada 71-72 como Kareem Abdul-Jabbar. Además, los Bucks eligieron en la cuarta ronda a Bob Dandridge, un alero de la Nortfolk State University que tuvo una importancia creciente en Milwaukee.

    Alcindor cambió el panorama del equipo desde su primer partido. Acabó la temporada regular con unos dígitos de otros tiempos: 28,8 puntos y 9 rebotes. Por supuesto, fue Rookie del año. Pero el impacto de Lew no fue tremendo exclusivamente a nivel individual. Los Bucks se convirtieron en el cuarto mejor ataque y la tercera mejor defensa de la Liga. Por supuesto, los de Wisconsin se metieron en la postemporada, derrotando por 4-1 a los Sixers en las Semifinales de Conferencia y siendo derrotados por los campeones, los Knicks, por idéntico resultado en las Finales del Este.

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    La 70-71 comenzaba con muy buena pinta, con el fichaje de una de las estrellas de la Liga: el base de los Cincinnati Royals (actuales Sacramento Kings) Oscar Robertson (en la foto). Además de Alcindor y Big-O, los Bucks contaban con un bloque relativamente joven y con muchas ganas de triunfos. Dandridge, McGlocklin o Greg Smith eran los apoyos perfectos para Alcindor y Robertson. Los Bucks de Costello acabaron la temporada con 66-16, un sensacional record (más aun para ser la tercera temporada de vida de la franquicia), siendo el mejor ataque con 118,4 puntos por partido, la tercera mejor defensa con 106,2 puntos recibidos y con el Milwaukee Arena casi lleno cada noche, con 378,106 espectadores en toda la temporada (cuarta mejor cifra de entre las 17 franquicias de la NBA).

    Los Bucks funcionaban en todos los apartados. Eran un rodillo. Contaban con el mejor jugador de la NBA (Alcindor) y un juego vertiginoso y efectivo. Eran, por méritos propios, favoritos para el anillo. Y los Bucks no decepcionaron. Encuadrados en la Conferencia Oeste , los de Wisconsin se deshicieron de los San Francisco Warriors en las Semifinales (4-1), mismo resultado por el que vencieron a los Lakers en la Final del Oeste. En las Finales de la NBA esperaban los Baltimore Bullets de Monroe, Marin, Unseld o Loughterty, que cayeron apalizados por un contundente 4-0. Los Bucks, tras solo tres años en la Liga, eran los campeones, con un Lew Alcindor totalmente colosal.

    A finales de 1971, Lew Alcindor pasó a llamarse Kareem Abdul-Jabbar, al abrazar la fe islámica. Con Abdul-Jabbar, Dandridge y Robertson, los Bucks siguieron demostrando que eran uno de los mejores equipos de la NBA, al acabar la temporada regular con un registro de 63-19. En las Semis de conferencia apabullaron a los Warriors por 4-1, pero en las finales se toparon con los Lakers. Los de Wisconsin cayeron 4-2, merced al buen trabajo colectivo de los angelinos, que jugando en equipo lograron superar las enormes actuaciones individuales de Abdul-Jabbar.

    El pívot neoyorkino volvió a ser el puntal del equipo en la 72-73. Robertson, ya muy veterano, bajaba su rendimiento y Abdul-Jabbar tenía que multiplicarse, acabando la temporada con unas cifras de 30 puntos y 16 rebotes (5 tantos menos que en la temporada anterior). Costello, consciente de la importancia del jugador formado en UCLA, redujo ligeramente su número de minutos en el campo, para que Kareem estuviera más fresco en la postemporada. Los Bucks volvieron a arrasar en la temporada regular (62-20), pero en los Playoffs las cosas serían más difíciles. Los Warriors, un equipo que no había dado demasiados problemas a los Bucks en los años anteriores, volvían a ser el rival en la primera ronda. Pero los de la bahía de San Francisco habían tomado nota de la serie que los Lakers plantearon a los de Milwaukee el año anterior y, con un juego coral, apearon a los Bucks en 6 partidos.

    La falta de apoyo en los momentos clave tenía bastante mosca a Kareem Abdul-Jabbar. Pero a pesar de todo, el pívot comenzó la 73-74 como un tiro y volvió a ser MVP de la NBA (por tercera y última vez con la camiseta de los Bucks), con una, si cabe, aun mayor capacidad de liderazgo. En las semifinales de la Conferencia, los Bucks se vieron las caras con los Lakers, a los que derrotaron por 4-1. En la Final del Oeste, esperaban los Bulls, que cayeron por un contundente 4-0. En las Finales de la NBA, los Celtics. Los Bucks contaban con ventaja de campo, que perdieron a las primeras de cambio (cayeron derrotados por 83-98 en el primer encuentro de la serie). Pese a todo, la eliminatoria llegó a un séptimo partido, disputado en Milwaukee. Havliceck, White, Westphal y Silas acompañaron a Cowens, que con 28 puntos y 14 rebotes fue el mejor de los Orgullosos Verdes. Por parte de los Bucks, Dandridge y Davis acompañaron a Abdul-Jabbar (26-13), mientras que Oscar Robertson se vio superado en defensa por los exteriores célticos, mientras que en ataque se mostró extrañamente fallón (2/13 en tiros de campo). Los Celtics se impusieron por 102-87, mientras el enfado de Kareem crecía. Oscar Robertson confirmó su retirada tras la Final perdida, perdiendo así los Bucks a uno de sus grandes referentes.

    Además de encontrarse solo dentro de la pista, la falta de una fuerte comunidad islámica y la débil vida cultural de Milwaukee hacía que Abdul-Jabbar no se terminara de encontrar cómodo. El pívot había nacido y crecido en Nueva York y se había formado en Los Ángeles. Estaba acostumbrado a la vida en una gran ciudad. Además, su amor por la música en directo (una de sus principales aficiones) y el incremento de su fe musulmana hacían que no se sintiera a gusto en el estado de Wisconsin.

    Esto, unido a la nefasta temporada regular de la 74-75 (en la que los Bucks ni siquiera se metieron en Playoffs, tras un nefasto inicio que Abdul-Jabbar se perdió por lesión), hizo que el descontento de Kareem creciera, hasta el punto de pedir el traspaso al equipo de una de sus dos ciudades: Knicks o Lakers. Al final, los angelinos pusieron más 'material' sobre la mesa y se llevaron al pívot a cambio de Elmore Smith, Junior Bridgeman, Brian Winters y David Meyers. Kareem llegaba a L.A. y Milwaukee se quedaba huérfano

    Winters rindió a un buen nivel en Wisconsin desde el primer momento. Junto a Dandridge y Elmore Smith, Winters completó un terceto que promedió por encima de 15 puntos por partido. Los Bucks eran un equipo defensivo, pero se clasificaron para los Playoffs, borrando en cierta manera la decepción de la temporada anterior. Todavía en el Oeste, fueron derrotados por los Detroit Pistons en primera ronda (2-1).

    Larry Costello comenzó en el banquillo en el siguiente año. Pero tras solo 18 partidos y con un balance de 3-15, fue cesado. Su sustituto, Donnie Nelson, cambió el estilo del equipo, que pasó a tener un ataque más vertiginoso y a convertirse en uno de los bloques que más anotaba. Ese mismo año, los Bucks contaban con un rookie infrautilizado. Alex English apenas jugaba 10 minutos por noche, lo que le impedía demostrar su potencial.

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    La 77-78 fue la primera temporada con Nelson desde el inicio. El equipo acabó cuarto en puntos anotados, y penúltimo en la categoría de puntos recibidos. La vocación alocada del equipo era clara. Winters, el rookie Marques Johnson (en la foto), Meyers y Brigdeman anotaban por encima de las dobles figuras noche tras noche. English dobló sus minutos y bordeó los 10 puntos por partido (una cifra muy lejana a la que alcanzaría en los Nuggets). Los resultados colectivos en postemporada fueron bastante decentes. Apearon en primera ronda de Playoffs a los Suns por 2-0, pero en las Semifinales del Oeste cayeron ante los Denver Nuggets por 4-3.

    En los finales de los 70 el líder indiscutible de los Bucks fue Marques Johnson. Escoltado por Winters, Brigmeman y Benson, consiguió que los de Milwaukee siguieran estando entre los más anotadores de la NBA.

    En la 79-80, los Bucks añadieron a su plantilla a dos rookies, Sidney Moncrief y Pat Cummings, aunque solo el primero de ellos haría verdaderamente carrera entre los de Wisconsin. Además, el fichaje de Bob Lanier aportó anotación y trabajo. Con un record de 49-33, los Bucks se metieron en Playoffs, de la misma manera que lo harían en las 11 temporadas siguientes. En esta 79-80, los Bucks cayeron ante los Sonics por 4-3 en las Semifinales de Conferencia.

    En la 80-81, la primera de los Bucks en el Este, hasta 7 jugadores de los Bucks promediaron por encima de los 10 puntos por partido. Marques Johnson, Junior Bridgeman, Bob Lanier, Sidney Moncrief, Quinn Buckner, Mickey Johnson y Brian Winters. El resultado de este juego coral fue conseguir el segundo mejor ataque de la Liga y un balance de 60-22. Pero todas estas buenas sensaciones no se tradujeron en los Playoffs, donde fueron eliminados por los Sixers por 4-3. Este verdugo no sería un hecho aislado, sino que se repetiría con asiduidad en la década de los 80.

    En la 81-82, Moncrief se convirtió en el jugador más importante del equipo y se fue hasta cifras próximas a los 20 puntos, 7 rebotes y 5 asistencias. Básicamente, a nivel colectivo, los Bucks serían un reflejo del año anterior. Juego coral, aunque primando más el aspecto defensivo, buena temporada regular (55-27) y nuevo fracaso en Playoffs (4-2 en Semifinales, ante los Sixers).

    La siguiente temporada siguió los mismos patrones. Los Bucks defendían mejor que anotaban, lograban un buen record en temporada regular (51-31, nuevamente el mejor de la División Central), pero no conseguían vencer a los Sixers. En esta ocasión el duelo fue en la Final de Conferencia (4-1 para los de la ciudad del amor fraternal), ya que en Semifinales eliminaron sin problemas a los Celtics (4-0).

    En la 83-84 los Bucks fueron el mejor equipo defensivo de la liga, pero el quinto por la cola en anotación. Los de Nelson ganaron la División Central con un record de 50-32. En la postemporada apearon a los Hawks en primera ronda (3-2), a los Nets en semis (4-2), pero en la final del Este se toparon con los Celtics, que les mandaron para casa con un 4-1.

    Para la siguiente temporada, los Bucks se reforzaron con Terry Cummings, un alero con facilidad para anotar y capacidad para rebotear. Junto a Moncrief, Pressey, Hodges o Lister, formaba parte de los nuevos Bucks, un equipo rejuvenecido que tenía las mismas señas de identidad que los equipos que jugaron en la franquicia de Wisconsin en los años anteriores: defensa y regularidad en la temporada, logrando un sensacional 59-23. En los Playoffs también copiaron las características de sus predecesores. Buen en primera ronda, pero sin dar la cara ante los Sixers (uno de los equipos más poderosos de los 80, todo hay que decirlo), ante los que cayeron por 4-0.

    En la 85-86, los Bucks continuaron perfeccionando el modelo de Nelson. Ahora eran el quinto equipo que más anotaba y el quinto que menos recibía. Cummings, Moncrief, Pierce, Pressey... estuvieron a un gran nivel y eso se notó en el rendimiento colectivo de unos Bucks que acabaron la temporada regular con un registro similar al del año anterior (57-25). En los Playoffs, eliminaron en primera ronda sin muchos apuros a los Nets (3-0), mientras que sí que sufrieron para apear a los Sixers en las semis de conferencia. Los de Milwaukee vencieron por 4-3 en una serie agotadora, que a buen seguro lastró sus opciones de pasar a la Final de la NBA, ya que cayeron en la del Este contra los Celtics por un contundente 4-0.

    Para la 86-87, los Bucks tuvieron a Moncrief con problemas físicos, por lo que solo pudo disputar 39 partidos de temporada regular. Cummings, Jack Sickma y Pierce, casi en exclusiva, asumieron la responsabilidad ofensiva y consiguieron llevar a los Bucks a una nueva postemporada, con un record en la Regular Season de 50-32. En playoffs, se enfrentaron en primera ronda a los Sixers, un conjunto con el que los de Milwaukee soñaban una noche sí y otra no. Los Bucks ganaron 3-2, para encontrarse en semifinales con los Celtics. Los de Wisconsin llevaron a los Orgullosos Verdes a 7 partidos. Un buen papel, pero no suficiente para colarse en la final del Este.

    Los reinventados Bucks de Nelson comenzaban a hacerse veteranos. En la 87-88, Del Harris sustituyó a Don Nelson, pero los cambios solo sirvieron para empeorar a la franquicia. En la 87-88 cayeron hasta las 42 victorias y 40 derrotas, para ser eliminados por los Hawks en primera ronda de playoff. Para la 89-90, los Cummings, Pierce, Moncrief, Sickma y compañía se fueron hasta un buen 49-33. En primera ronda volvían a esperar los Hawks, a los que devolvieron la eliminación, venciendo por 3-2. Sin embargo, los Bad-Boys esperaban en semifinales y fueron un rival demasiado duro para los Bucks. Los Pistons se impusieron sin ningún tipo de problemas por un contundente 4-0.

    Los 90 llegaban y con ellos el dominio de los Bulls de Jordan. Y es que el equipo de Chicago dominó más la NBA en esta década que los chándal horrendos el panorama de la moda, y los walkman el de la música. En la 89-90 los Bucks (ya sin Cummings y Moncrief y con Pierce y Humphries como principales referentes) se los toparon en primera ronda. Y claro, los de MJ se llevaron la serie por un 3-1 que no dejaba ningún tipo de dudas. En la 90-91, los Bucks se fueron a las 48 victorias y 38 derrotas, algo que no importó a los Sixers, que se deshicieron de los de Harris con un 3-0 en primera ronda de los Playoffs.

    La magia de los 90 se acababa. Harris no había logrado igualar los buenos años de Nelson. Y, por supuesto, sus Bucks no le llegaban ni a la suela de los zapatos a los de los buenos años de Costello. De hecho, tras 17 partidos de la 91-92, Harris dejaba su puesto a Frank Hamblen, que no conseguía remontar el vuelo y meterse en la postemporada. Estos Bucks eran un equipo muy veterano, liderados por un Moses Malone de 36 años, que lideró a los de Wisconsin en los apartados estadísticos.

    En la 91-92, el fichaje para los banquillos fue el del exjugador y exasistente de la franquicia Mike Dunleavy (Senior, por supuesto). Sus cuatro años en la franquicia de Wisconsin no fueron muy buenos, pero aun así surgieron buenos jugadores. Como el ala-pívot Vin Baker (desde la 93-94) o el alero Glenn Robinson (un año después). Pero los Bucks eran uno de los peores equipos de la NBA, así que algo positivo tenía que tener el quedar entre los últimos: que para el año siguiente elegías alto en el Draft. Como en 1996, cuando los Bucks se hicieron con (como ya os habréis dado cuenta) uno de mis jugadores favoritos: Ray Allen. Junto con Baker, Robinson, los Bucks (con Chris Ford en el banquillo), el equipo mejoró. Pero tampoco demasiado. 33-49 en la 96-97 y 36-46 (ya sin Baker) en la 97-98.

    Para la 98-99, año del lockout, los Bucks ficharon a George Karl, un movimiento que resultaría una vuelta a los orígenes de la franquicia. Baloncesto más ofensivo, juego coral y, por fin, Playoffs. Aunque la alegría duró poco (perdieron 3-0 contra los Pacers en la primera ronda), el movimiento fue acertado. También lo fue el fichaje de Sam Cassell, que aportó un gran rendimiento. No sé puede decir lo mismo del trabajo de los directivos en cuanto a selección de jugadores se refiere. Eligieron en novena posición del Draft a Dirk Nowitzki y lo intercambiaron por Robert 'Tractor' Traylor, un jugador físico que nunca cumplió con las expectativas, tuvo problemas con la justicia (evasión de impuestos y drogas) pasó sin pena ni gloria por diferentes franquicias de la NBA, por la LEB 2 (el Gestibérica Vigo, donde dejó el mejor bloqueo que yo recuerdo) y Puerto Rico, donde falleció el 11 de mayo de 2011.

    Volvamos a los Bucks. En la 99-2000, los chicos de George Karl acabaron nuevamente con record positivos. Fueron los quintos que más anotaron en toda la NBA, pero los Pacers de Reggie Miller (a la postre finalistas de la Liga) volvieron a ser los verdugos por un apretado 3-2. En la 2000-2001 los Bucks se hicieron con los servicios del rookie Michael Redd, que no contó con demasiadas oportunidades al estar 'tapados' los puestos exteriores por los cracks del equipo: Glenn Robinson, Ray Allen y Sam Cassell. Ese año, los Bucks de Karl acabaron la temporada regular con un record de 52-30. En los Playoffs, eliminaron sin problemas a los Magic en primera ronda (3-1), pero sufrieron para eliminar a los Charlotte Hornets en las semis de conferencia (4-3). Para la Final del Este esperaban los Sixers de Allen Iverson, que estaba jugando el mejor baloncesto de su vida. Y los 76ers tuvieron que emplear a The Answer a fondo, porque necesitaron 7 partidos para eliminar a los de Milwaukee.

    En la temporada 2001-2002 los Bucks no consiguieron meterse en Playoffs. Allen se perdió 13 partidos y llegó a final de la temporada regular con molestias y con los minutos limitados. Los de Karl solo ganaron 3 de los últimos 12 partidos y, durante toda la temporada, tuvieron bastantes problemas para ganar los partidos ajustados (perdieron 6 de las 8 prórrogas que disputaron), acabando la temporada con un balance de 41-41.

    Los de Wisconsin revolucionaron el equipo de cara a la 2002-2003. Glenn Robinson se fue a Atlanta a cambio de Toni Kukoc. Además, a mitad de temporada traspasaron a Ray Allen a cambio de Gary Payton. Terminaron la temporada con una victoria más que en la 2001-2002, pero cayeron ante los Nets en la primera ronda de Playoff.

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    Para la 2003-2004, Karl dejó su sitio en el banquillo a Terry Porter. Además, los Bucks traspasaron a Cassell a los Wolves a cambio de Joe Smith. El resultado final fue muy superior al de las temporadas inmediatamente anteriores. Con TJ Ford (elegido con una ronda obtenida en los traspasos del año anterior) jugando a buen nivel (hasta que sufrió una grave lesión que además le hizo perderse toda la temporada siguiente) y Michael Redd como auténtica estrella, los Bucks fueron el cuarto equipo más anotador de la Liga y lograron un balance de 41-41. En Playoff cayeron en primera ronda (4-1) ante los Pistons, que serían campeones de la NBA.

    El balance no fue igual de bueno en la 2004-2005. Los Bucks cayeron en anotación a mitad de la tabla, mientras que seguían siendo una defensa muy floja. Terry Porter no conseguía acercar público al Bradley Center (la quinta cancha menos visitada) y solo Redd, Desmond Mason y un joven Mo Williams tiraban algo del carro. La temporada fue para olvidar (30-52), pero ello les permitió elegir en primera posición del Draft de 2005, un buen año con estrellas universitarias como Marvin Williams, Chris Paul, Charlie Villanueva o Raymond Felton o de instituto como Andrew Bynum. Los Bucks se decantaron por una apuesta segura: Andrew Bogut. El australiano demostró ser un buen jugador en sus años con los Bucks, pero a posteriori (es muy fácil decirlo) ha quedado claro que los Paul, Deron, Bynum, Danny Granger (número 17) o David Lee (número 30) hubieran sido mejores decisiones. Pero desde luego no se puede decir que los Bucks cometieran un tremendo error. Con Bogut y Terry Stotts en el banquillo, los Bucks tuvieron un record negativo (40-42), liderados por un enorme Michael Redd (25 puntos por partido), pero se clasificaron para los Playoffs, donde se enfrentaron a los Pistons, cayendo eliminados por un claro 4-1.

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    En la 2006-2007 los Bucks se hicieron con los servicios de Ersan Ilyasova (que hasta la vuelta de su viaje de dos años a Barcelona no ofrecería un buen nivel), pero el equipo se seguía construyendo en torno a Michael Redd, ayudado por Mo Williams, Ruben Patterson, Earl Boykins, Charlie Bell o Andrew Bogut. Los Bucks y los Raptors intercambiaron a Ford por Villanueva. Era evidente que las cosas no funcionaban. Terry Stotts fue despedido (23-41) y su sustituto, Larry Krystkowiak no lo hizo mejor: 5-13 para un balance final de 28-54.

    La 2007-2008 no fue mucho mejor. Con Yi Jinlian como principal novedad, los Bucks seguían siendo un equipo muy perdedor. Redd, Williams, Bogut y Villanueva eran los únicos en dobles dígitos de anotación y lo único destacable fue una espectacular aparición de Ramon Sessions a final de temporada, muy similar a la de Lin del año pasado, solo que Miwaukee no es Nueva York en cuestión de 'hype'.

    Para el Draft de 2008 los Bucks se decantaron, con la octava posición, por Joe Alexander, cuyo paso por la NBA fue tan destacado como el resultado de Mario Conde en las últimas elecciones gallegas. Detrás de Alexander fueron elegidos Brook Lopez, Roy Hibbert, Ibaka, Batum Agustin, Bayless, Hickson, Pekovic, Chalmers, DeAndre Jordan o Goran Dragic. Como contraste con Bogut, la elección de Alexander sí que fue un error, porque ha resultado ser un auténtico pufo.

    Con Scott Skiles en el banquillo, los de Wisconsin lograron un balance de 34-48, insuficiente para colarles en la postemporada. Con Redd y Bogut jugando poco más de 30 partidos, Richard Jefferson, Villanueva y Sessions tiraron del carro.

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    Pero este nefasto balance valió para elegir alto en el Draft. Y esta vez los Bucks sí que acertaron. Con Brandon Jennings, una estrella de highschool que en lugar de ir a la universidad (no aprobó el equivalente a la selectividad), vino a jugar un año a Italia con no muy buena fortuna. Jennings hizo un comienzo de temporada sensacional (el 14 de noviembre de 2009 anotó 55 puntos ante los Warriors, igualando un record de anotación de novatos que tenía Lew Alcindor). Con Jennings y Bogut como piezas principales (Redd, casi olvidado por problemas de lesiones), Ilyasova, John Salmons (que había llegado de Chicago a mitad de temporada) y 'Ese punto filipino' llamado Carlos Delfino aportaban muy buenos minutos y muchos puntos. El resultado de esta segunda temporada de Skiles fue bastante bueno. Con un muy buen record (46-36) se enfrentaron a los Hawks en primera ronda de Playoffs, contra quienes cayeron en 7 partidos.

    En la 2010-2011, los Bucks ficharon a Corey Maggete, que junto a los Salmons, Jennings, Bogut, Ilyasova y compañía, no consiguieron igualar los registros de la temporada anterior y con un flojo 35-47 no se clasificaron para los Playoffs.

    A mitad de la 2011-2012 los Bucks hicieron un movimiento arriesgado. Enviaron a Bogut a Golden State a cambio de Monta Ellis. Perdían consistencia, pero ganaban mucha verticalidad y anotación. Con Jennings y Ellis, los de Wisconsin tenían uno de los backcourts más peligrosos de la Liga, pero la falta de juego interior les lastró y acabaron la temporada del segundo lockout con un balance de 31-35.

    Este año los Bucks han fichado a Dalembert para paliar este problema y, junto con Sanders, están siendo más o menos consistentes. Tras 32 partidos Scott Skiles (16-16) ha sido reemplazado por Jim Boylan (10-9). Si siguen así, probablemente consigan una de las últimas plazas que otorgan un puesto de Playoffs, lo que constituiría un buen balance.

    Los Bucks, para los que no vivimos sus primeros y gloriosos tiempos, siempre han sido este equipo perdedor pero correoso, siempre a la sombra de los grandes pero muy anotador, con muy buenos jugadores pero incapaz de dar el salto y convertirse en aspirante (salvo contadas excepciones), con una imposibilidad de metabolizar el éxito y alcanzar una buena posición. Pero, como no podía ser de otra manera, los Bucks nos dejaron este puñado de jugones.

    Aquí comienza el 5+1 histórico de los Milwaukee Bucks

    PG. Oscar Robertson. Base anotador y con una gran capacidad para asistir, jugó casi la totalidad de su carrera en los Cincinnati Royals. Formado en la Universidad de Cincinnati, fue número 1 del Draft del 60. 12 veces All Star y MVP de la NBA en 1964, firmó en 1970, con 32 años, por los Milwaukee Bucks. Veterano, pero indiscutible en la franquicia de Wisconsin, fue una pieza clave para el buen inicio de la franquicia y, desde luego, para su anillo de 1971 (el único que consiguió). Sus años en los Bucks no fueron los mejores estadísticamente hablando, pero, además de anillo, 'Big O' fue tres veces All Star con los de Milwaukee. Con el 14 retirado en el Bradley Center y Hall of Famer desde 1980, Robertson promedió 16,3 puntos y 7,5 asistencias por noche.

    SG. Sidney Moncrief. Buen defensor (mejor defensor de la Liga en 1983 y 1984, con buen tiro, facilidad para anotar y polivalencia (alternando durante sus años en Milwaukee las posiciones de 10 y de 2), jugó con los Bucks durante 10 temporadas (entre la 79-80 y la 88-89). Fue 5 veces All Star y estuvo incluido en el mejor quinteto de la NBA en 1984. 'The Squid', formado en la Universidad de Arkansas, tiene su dorsal, el 4, retirado por los Milwaukee Bucks, con los que promedió 16,7 puntos, 3,9 asistencias y 5 rebotes por partido.

    SG. Ray Allen. Qué decir del máximo triplista de la historia de la NBA. Elegido en la 5ª posición del Draft de 1996 por los Wolves y traspasado a los Bucks por los derechos de Stephon Marbury, Allen se convirtió en un jugador clave para los de Wisconsin, formando un Big Three con Sam Cassell y Glenn Robinson que reverdeció viejos laureles. Tres veces All Star con los Bucks (10 en total), Ray-Ray estuvo en Milwaukee entre 1996 y 2003, donde rindió a un nivel excepcional. En sus 494 partidos con el 34 de los Bucks, Allen promedió 19,6 puntos.

    PF. Terry Cummings. Elegido por los San Diego Clippers (donde fue Rookie del año en 1983), este ala-pívots distribuyó el grueso de sus años en la NBA entre Milwaukee (dos etapas) y San Antonio. Fue en Wisconsin donde más disfrutaron de su juego. Dos veces All Star, Cummings tenía facilidad para anotar y rebotear. Una lesión en 1992 (ya con los Spurs) acabó con su rendimiento. Pasó sus últimos años en la Liga vagando por diferentes equipos, saliendo siempre desde el banquillo. Cummings, que también portó el 34, jugó 480 partidos en los Bucks en dos etapas (84-89 y 95-96), en los que promedió 19,4 puntos y 7,8 rebotes.

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    C. Lewis Alcindor (Kareem Abdul-Jabbar). Cualquier cosa que diga sobre Kareem será poco. Cuando le recordamos, siempre le vemos con el 33 en oro y púrpura, pero hubo un tiempo en el que Abdul-Jabbar defendió los colores de los Bucks. Allí fue Rookie del año, 3 veces MVP de la temporada regular, 1 de las Finales, 2 veces máximo anotador de la Liga, 5 All Star y campeón de la NBA en 19971. Pero el brillo de su etapa angelina ha opacado sus 6 años en Milwaukee, donde promedió 32,5 puntos y 15,4 rebotes por noche. Como no podía ser de otra manera, Kareem Abdul-Jabbar es el jugador 'He Got Game' de los Milwaukee Bucks.

    Sexto hombre : Michael Redd. Sin lugar a dudas, el gran referente de los Bucks en los últimos 10 años. Con una zurda prodigiosa, Redd se hizo con un hueco en los Bucks tras la salida de Ray Allen. Excelso tirador, el jugador formado en Ohio State tuvo en las lesiones su principal lastre. En 4 de sus 11 temporadas en Milwaukee jugó menos de 33 partidos, algo que no le impidió promediar 20 puntos con un 39% de acierto desde la línea de 3. Su lesión más grave llegó en 2009, cuando se rompió los ligamentos cruzados de su rodilla izquierda.

    Menciones

    Jon McGlocklin. Fue el escolta titular del anillo de los Bucks en 1971. Llegó a Milwaukee en 1968 y con los Bucks fue All Star. Gran tirador de media y larga distancia, promedió 13 puntos por noche.

    Junior Bridgeman. Escolta-alero formado en Louisville, entró en el traspaso de Abdul-Jabbar a los Lakers. Con el número 2 (ya retirado) de los Bucks, se convirtió en el principal referente del equipo en la era post-Kareem. Entre 1975 y 1987 jugó en Milwaukee, con un breve paréntesis (1984-86) en los Clippers. En los Bucks promedió 14 puntos por partido.

    Bob Dandridge. Alero drafteado por los Bucks en 1969, ganó el anillo de 1971 y el de 1978 con los Bullets, equipo al que defendió entre 1977 y 1981. Considerado como uno de los mejores aleros de los 70, Dandridge jugó en Milwaukee entre 1969 y 1977 y en 1981. Con los Bucks fue 3 veces All Star y disputó 618 partidos, promediando 18,6 puntos y 7,3 rebotes.

    Brian Winters. Escolta que llegó a los Bucks en 1975 dentro del traspaso de Abdul-Jabbar. 2 veces All Star, Winters tiene el número 32 retirado en Milwaukee por sus promedios de 16,7 puntos por partido.

    Marques Johnson. Alero anotador formado en UCLA, Johnson llegó a Milwaukee en 1977 siendo la tercera elección del Draft. La estrella universitaria se adaptó bien a la NBA y fue 5 veces All Star, 4 con los Bucks, promediando con los de Wisconsin 21 puntos y 7,5 rebotes por noche.

    Ricky Pierce. Jugó 7 años y medio en los Bucks en los Bucks en dos etapas (1984-1990 y 1997-98). Escolta anotador desde media distancia, poco a poco fue mejorando su tiro exterior, hasta bordear el 40% en triples a principios de los 90. Con los Bucks, Pierce jugó 460 partidos, saliendo desde el banquillo, en los que promedió 16,5 puntos por partido.

    Vin Baker. Uno de los grandes ala pívots de finales de los 90, disputó 4 All Star, 3 de ellos en Milwaukee. Potente y con una buena muñeca, jugó 4 temporadas en los Bucks en las que promedió 18,3 puntos y 9,5 rebotes.

    Glenn Robinson. Alero formado en Purdue, fue la primera elección del Draft de 1994. Con los Bucks jugó 568 partidos en 8 temporadas, en las que promedió 21,4 puntos por noche.

    Sam Cassell. Llegó a Milwaukee veterano, curtido con partidos, pero con el físico casi intacto. Revolucionó el juego de los Bucks, con los que jugó 313 partidos antes de ser transferido a los Wolves. Promedió 19 puntos y 7,3 asistencias.

    Andrew Bogut. Pívot australiano formado en la Universidad de Utah. Número 1 del Draft de 2005, Bogut ha sido durante su carrera NBA un buen pívot al que le ha faltado dar un paso más para convertirse en una estrella. Sólido y sin estridencias, le ha faltado algo de continuidad con las lesiones. Antes de ser traspasado a Golden State Warriors el año pasado, Bogut promedió 12,7 puntos y 9,4 rebotes.

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    Monta Ellis. Llegó a los Bucks en el traspaso de Bogut. Eléctrico combo-guard, anotador e imparable (si coge la racha), lleva apenas una temporada en la que ha promediado 18 puntos y 5,6 asistencias por noche.

    Brandon Jennings. Un jugador diferente. Base ágil y rápido, adolece de un punto de calma que le haría excepcional. Hasta ahora promedia 17,2 puntos y 5,5 asistencias por partido.

    Hasta aquí llega este repaso a la historia de los Bucks, una franquicia que en sus primeros años de vida tuvo la suerte de contar con Abdul-Jabbar, un hecho que les dio un anillo. Así, como si tal cosa. Desde entonces, desde 1971, los Bucks han pasado por diferentes épocas. En casi todas han mantenido su seña de identidad: baloncesto rápido, ágil, de tanteos altos. Un juego vistoso, pero poco exitoso. Cosas de los 'small markets', porque con ciudades tan poco atractivas como Milwaukee, construir un bloque ganador que se perpetúe en el tiempo es tarea difícil. Veremos si con el tándem Jennings-Ellis los Bucks consiguen meterse en el Playoff, donde seguro que darán más de un susto a los favoritos. Como han hecho toda la vida.

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    Milwaukee Bucks: Un tiempo pasado fue mejor Empty Re: Milwaukee Bucks: Un tiempo pasado fue mejor

    Mensaje por omegarojo Jue Feb 28, 2013 5:00 pm

    Gracias Marcelo. Los Bucks en los ultimos años andan siempre acechando playoffs, pero luego nada de nada. El combo Jennings-Ellis me parece que no va más....

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